La segunda estrella a la derecha

Hablo de un lugar donde todos se quieran, donde no existan los miedos, donde se viva cantando, donde beber sea una rutina, donde no haya padres ni personas mayores ni leyes que impidan vivir la vida tal y como yo quiera, donde los besos no sepan a mierda, donde no exista las puñaladas ni la falsedad, donde el amor siempre permanezca, donde la fiesta nunca acabe, donde la gente no se muera, donde las mayores decisiones de tu vida se puedan resolver con un simple “pito pito gorgorito”, donde nadie te moleste, donde los sueños se pueden hacer realidad siempre que tú quieras, donde la droga no sea mala, donde no haya rivalidad, donde tú mismo puedes decidir sobre tú futuro, donde tu mandes y nadie te diga lo que tienes o no que hacer, donde todos los días sean verano, donde no exista el fracaso.